miércoles, 12 de agosto de 2015

En Rota - España 21 de Julio



Hemos emitido la tercera edición de “La Fortaleza” y en ella todas las aventuras de nuestros tripulantes en Rota - España, por que como se dice en el Carnaval de Barranquilla “El que lo vive es el que lo goza” y nosotros los colombianos somos especialistas en ello.


Esta es la editorial que nuestro Comandante ha escrito para los tripulantes:

Hemos ya pasado por momentos muy interesantes durante estas tres semanas navegando. Por ejemplo ya arribamos y zarpamos de nuestro primer puerto: Rota. Ya cruzamos el estrecho de Gibraltar y nos empezamos a adentrar en el mítico Mediterráneo, escenario de tantos sucesos de la humanidad, en especial en los últimos 3.000 años. 

Por estas aguas navegaron los fenicios, cartagineses, griegos, romanos, egipcios, persas que protagonizaron algunas de las epopeyas y batallas más recordadas y definitivas de la humanidad en la antigüedad. Aquí se llevaron a cabo las guerras púnicas, médicas, la batalla de Salamina, Artemisa y Actium. Aquí se llenó de gloria Temistócles; fueron y volvieron flotas de guerra.

Pero también hubo intenso tráfico marítimo en rutas de oriente a occidente, se llevaron no solo productos, sino la cultura y el conocimiento. En sus costas se asentaron poderosas culturas, civilizaciones e imperios. Vieron la luz majestuosas ciudades. Hasta se dice que debajo de algún lado de estas aguas, muy cerca de nosotros yace la Atlántida, que se fue al fondo con todo su legado.

Ya en la edad media se iniciaron desde las costas europeas un intenso tráfico por especias y otras tantas cosas a oriente. Se diseminó una y otra religión y fe. Floreció el comercio y prosperaron las ciudades-Estado de Italia. Llegó Lepanto y luego Trafalgar. Siguió el fallido desembarco de Gallipoli, se hundieron y perdieron barcos y vidas en la Primera y Segunda Guerra mundial. En fin cientos y cientos de capítulos de las diferentes épocas del hombre en la historia.

Hoy somos nosotros los que tenemos ese privilegio de navegarlo en una misión operacional propia de las operaciones navales, por primera vez en la historia de Colombia. Esto es un hito histórico, como otros más que nos deparan en estas singladuras, con el favor de Dios. 

Atrás quedó el maravilloso puerto de Rota, su Base Naval en donde fuimos acogidos con tanto cariño. Primero por la Armada de España y luego por las gentes de las poblaciones cercanas. Se cumplió el objetivo trazado allí. Tuvimos al Centro de Evaluación para el Combate de la Armada de España a bordo y pudimos mostrarle algunas de nuestras capacidades. Recibimos a las máximas autoridades navales de la Armada Española que tienen en la Base su sede. Atendimos eventos protocolarios a bordo y a donde cordialmente fuimos invitados. Conocimos amigos entrañables, dejamos amistades, contactos. Cambiamos de ambiente, descansamos y pusimos a tono el buque nuevamente después de 15 días en la mar.

También, traemos a bordo a tres amigos, tres ilustres representantes de la Armada de España, que nos apoya enviando estos tres marinos curtidos, un señor Oficial, un señor Brigada y un señor Cabo Primero; nos acompañan para ser enlace con el mando operacional de Atalanta y el cuartel General en Norwood de la misma operación. Ellos son completamente bienvenidos a bordo y los trataremos con todo el afecto, procurando hacer de su estancia lo más placentera posible y facilitando su labor.

En este mar, que nos ha recibido tan tranquilamente, que nos ha hecho ver sus mejores condiciones, hemos celebrado el paso del meridiano de Greenwich, el meridiano cero, muy representativo para todos los marinos del mundo. Luego hemos compartido un día de compañeros y hemos conmemorando el día de fiesta nacional, los 205 años del Grito de Independencia.
Ahora nos preparamos para efectuar ejercicios en el mar con la Armada Alemana y alistarnos para entrar al siguiente puerto: Soudah en Grecia. Tenemos mucha expectativa. Vamos a continuar navegando seguros, entrenándonos y recordando que el principal gestor y responsable de nuestra propia felicidad, somos nosotros mismos. No debemos allanarnos a buscar excusas para entristecernos ni por un segundo, hay mucho que agradecer a la vida, mucho por que vivir alegre y mucho por hacer, de manera que no hay tiempo para nada más que ser feliz en lo que hacemos. Sí señor, ¡la vida es y seguirá siendo hermosa! ¡Vívela plenamente! ¡Esfuérzate por ser feliz!

Capitán de Navío Darwin Alberto Alonso Torres


Así mismo continuamos con la segunda historia de “Los hijos de la Operación Atalanta”:

“Es una historia muy bonita la que le voy a contar”

Esta es la historia de Abner, Mónica y Nicole Sofía

El Suboficial Tercero Abner Elías Vega Ortiz, oriundo de Ocaña, Norte de Santander, tiene 27 años de edad que cumplió durante los primeros días de navegación. Es Técnico Motorista y realizó una Especialización en Hidráulica, Mecánica y Controles Eléctricos en la Escuela Naval de Suboficiales. Con siete años al interior de la Institución Naval y durante su carrera militar ha estado en diferentes unidades marítimas del Pacífico colombiano, hasta el año 2013 cuando fue designado al buque ARC “7 de Agosto” como integrante de la primera tripulación, “es un honor, un orgullo, ser parte de la primera tripulación, se siente uno premiado de que le den la oportunidad de ser parte de una unidad nueva para la Armada Nacional. Cuando yo llegué la Unidad estaba en construcción, estuve pendiente de la realización, puesta en servicio, finalización y entrega de los equipos, para que la unidad pudiera operar con las mejores condiciones”.

Es el mayor de cinco hermanos, de los cuales ha sido referente y ha ayudado a estudiar, hoy todos están en la Universidad, ya una de ellas está finalizando. Sus padres residen en Ocaña, su madre es ama de casa y su padre conduce una tractomula, la cual él le ayudo a adquirir, “me he separado de ellos por el trabajo aquí, pero estoy muy pendiente de todos y nos llamamos mucho; he tratado de hacer las cosas bien para que ellos sigan el mismo ejemplo”.

Al hablar de su vida sentimental, me dice con una gran sonrisa “es una historia muy bonita la que le voy a contar” y comienza, “con Mónica Marcela llevamos aproximadamente siete años juntos, duramos unos seis de novios, todo ha sido muy bonito, ella es la base que me sostiene, me ayuda, me comprende, me entiende, porque conseguir hoy en día una mujer que aguante este ritmo de vida de estar navegando todo el tiempo no es fácil, pero gracias a Dios nos hemos sabido entender con mucho amor y hacemos lo imposible para estar juntos. Nosotros nos casamos por lo civil en secreto hace unos tres años, estuvimos averiguando en varias ciudades pero no se podía por el poco tiempo del que yo disponía, fuimos hasta Aguachica, Cesar, en unas vacaciones y nos dieron una cita en 15 días y salimos corriendo para allá, nos casamos los dos solos. Y así nos mantuvimos en secreto por tres años”.

Cuenta que al principio le dio miedo decirle a su esposa de la Operación, debido a que el matrimonio por lo católico lo habían aplazado varias veces. En diciembre del 2014 pidió la mano formalmente a los padres de Mónica y fijaron la fecha para el mes de octubre del 2015 y eso significaba tener que volver a aplazarlo, “ella viajó en enero a Cartagena, yo espere el mejor momento para decirle las cosas y un día comiendo un helado y pasándola bien le di la noticia, ella se puso a llorar y muy triste, pero lo supo entender y al mes me dio la noticia que estaba embarazada, yo lo tomé con mucha alegría, es una bendición de Dios”. 

A la tripulación del buque que iba a participar en la Operación le adelantaron las vacaciones y en ese momento celebraron el matrimonio católico “yo pensaba que mi hija no podía nacer por fuera de un matrimonio ante los ojos de Dios, por eso le dije que adelantáramos el matrimonio y así se hizo, mis suegros nos colaboraron con todas las coordinaciones, fue un día muy feliz”.




Pensar en el momento del nacimiento de Nicole Sofía como se llamará su hija y su imposibilidad de estar allí le genera tristeza, pasa la mano por su cabeza y en su rostro se refleja un gesto de impotencia y me comenta  “en ese momento me gustaría pedirles perdón a las dos, pero sé que ellas van a entender que es por una buena causa, que las amo demasiado, que son mi razón de estar aquí, mi razón de vivir ahora, que son lo más importante para mi vida. En algunas ocasiones me he puesto a pensar la situación cuando mi hija nazca y me he puesto a llorar por que es duro y eso que no ha pasado todavía, ahora imagínese cuando llegue el momento, no encuentro palabras para expresar lo que siento por ellas dos”.

Días antes del zarpe en una maniobra de traspaso de combustible una válvula no funciono y este le salpicó en la cara, “lo primero que pensé es que no iba a poder ver a mi hija y eso me dolió mucho”, posteriormente fue llevado al Hospital Naval donde lo atendieron y se determinó que el combustible no había afectado su visión.

Concientizar a su esposa con información acerca de la labor que realizará la unidad como escolta de los buques del Programa de Alimentos, ha sido una de las estrategias implementadas por el Suboficial Vega para que ella entendiera la Operación “le enviaba fotos de los niños que van a suplirse con esta comida y le hablaba de la bendición de nuestra hija al llegar a un hogar como el nuestro.”

Explicarle a las familias la misión del buque ha sido la estrategia de la gran mayoría de los tripulantes, por eso Vega al finalizar la charla me dice, “todas las esposas, padres, hijos, hacen parte de esta operación y si ellos están bien y comprenden nuestra misión, nosotros también estamos bien y vamos a poder concentrarnos en nuestra labor”.



Hemos creado la sección “Palabras que salen del alma”, en la cual los tripulantes nos envían cartas y mensajes a sus familias. Esta semana el Suboficial Tercero Jhonny Zapata Gaona, ha enviado un mensaje a su esposa e hija:






Para mi esposa Tatiana Mendoza y mi hija…

Doy las gracias, primero a mis padres que me dieron el privilegio de la vida, me enseñaron a amar y el valor del amor. Sé que todo lo que me dieron con nada se los podré pagar. A mi Dios, le doy gracias porque unió nuestras vidas y que solo él ha de separarnos porque este amor que siento nadie me lo podrá quitar, esposa mía.

Le doy gracias a la vida que me dio la oportunidad de encontrarte en mi camino, sé que no soy perfecto, pero si el que te ama de verdad y especialmente por darme el regalo que todo hombre podía soñar, a mi hija Taliana Sofía. Tienes apenas un año y cuatro meses, pero he soñado contigo una eternidad, te amo mucho y eso algún día lo comprenderás porque tu mamá te ha de criar y te verá no como yo, pero en mi siempre un amigo tendrás.

Siempre estaré junto a ti, sólo espero verte hecha toda una mujer y junto a tu madre estaré para ayudarte y apoyarte. Y ¿quién soy yo? Tu padre, que no siempre estará a tu lado, pero siempre te apoyará en todas las decisiones que tomes en tu vida y cuando estés más grande espero comprendas por qué no siempre estuve a tu lado en los momentos más especiales o difíciles de tu camino a convertirte en mujer y entiendas que hice un juramento a mi Patria para proteger los intereses de cada uno de los colombianos dentro y fuera de nuestra nación… y tu mi niña, haces parte de esos colombianos que día a día con el sudor de su frente luchan por hacer de nuestro país una mejor nación y tu esposa mía gracias por entenderme y ser padre y madre, cuando yo no estoy al lado de ustedes y ser el motor de nuestro hogar, muchas gracias amor que Dios las bendiga.



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