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lunes, 10 de agosto de 2015

Comandante del buque #ARC7deAgosto, 2 de Julio de 2015



Por instrucción del Capitán de Navío Darwin Alonso Torres, Comandante del buque y con el direccionamiento del Capitán de Corbeta Jorge Alberto Cabrera Botero, Jefe del Departamento de Operaciones, se ha organizado un plan de instrucción para toda la tripulación durante las guardias y en el horario de la tarde, con el fin de que todo el personal tenga conocimiento de los diferentes aspectos de la navegación.

Antes de continuar explicándoles sobre las inducciones, les contaré sobre las guardias en los buques. Existen guardias de puerto y guardias de mar. La guardia de puerto, como su nombre lo indica, se realizan cuando el buque se encuentra en algún puerto. Diariamente un equipo de oficiales y suboficiales, se encuentran pendientes de las diferentes actividades. Durante la jornada se ubica un atril frente al portalón (escaleras de ingreso al buque) para recibir a los visitantes y tripulantes que ingresan o salen de la unidad. 

En la guardia de mar, existen tres grupos que se van rotando cada cuatro horas durante todo el día y se ubican en el puente, lugar donde se lleva el mando y control de la navegación; y en la consola de ingeniería donde se lleva el control y monitoreo de la maquinaria principal. Cada grupo está conformado por un Oficial de Guardia, que es la representación del Comandante en el puente durante su ausencia; un radarista que vigila los equipos de detección e identificación de otras embarcaciones; un navegante que grafica la posición de la unidad y el avance, confrontándolo con la carta electrónica; unos vigías que se ubican en los alerones (costados exteriores del puente); un radioperador que es el encargado del control de las comunicaciones externas del buque.





El lunes 29 de junio, inició la instrucción para el personal de comisión, este personal lo conforman los Oficiales, Suboficiales, Infantes de Marina de la Armada Nacional que abordamos la unidad para la Operación con un trabajo en específico, tales como Asesoría Jurídica, Médico, Comunicaciones Estratégicas, Inteligencia, Guardacostas, Comandos Navales; así como el personal del Ejército, Fuerza Aérea y Policía. En dichas capacitaciones se encuentra previsto para la primera semana conocer las funciones, acciones y procedimientos que se realizan a nivel general en la guardia de mar; trabajar la carpeta de las órdenes permanentes de navegación en las cuales se encuentran las directrices del Comandante y lo que debe hacer o no el Oficial de Guardia durante su ausencia.









Así mismo, estudios de meteorología operacional; conocimientos básicos de factores atmosféricos que afectan la navegación, entre ellos el estudio de las nubes, conocimientos de los vientos y las corrientes, estado del mar, posicionamiento en carta náutica, utilizando la longitud y latitud del GPS; conocimiento básico del manejo de la carta electrónica; ejercicios de rosa de maniobra que nos permiten conocer actividades como cálculo de vientos, vientos deseados, vientos aparentes, vientos deseados para operaciones aeronavales; cálculos de punto de mayor aproximación de los contactos – PMA, que permite saber cuál es el punto de mayor aproximación que se puede tener con otra embarcación para evitar una colisión o abordaje.

Una semana bastante enriquecedora en información y actividades para el personal.



Respeto y admiración a los navegantes de la ARC. 29 de junio






Quiero empezar estas líneas presentando mi respeto y admiración a los navegantes de mi Armada Nacional, son unos valientes caballeros y damas de mar. Se preguntarán ¿por qué?, bueno pues durante los dos primeros días que ha sido el paso por la Guajira y Mar Caribe, hemos tenido un mar 4 y 5, eso significa que se han presentado olas de hasta cinco metros de altura, haciendo que el movimiento del buque sea bastante fuerte y genere mareo, al menos para aquellos que nos encontramos en comisión y es la primera navegación. Durante estas condiciones hostiles del mar, todos los integrantes de la tripulación que están trasladados abordo cumplieron  con sus labores, con sus guardias. Aunque sus cuerpos en parte ya se encuentren acostumbrados, no significa que no sientan indisposición con el “maletero” término utilizado para hablar de las fuertes condiciones del mar.

Investigando sobre el mareo o la cinetosis, encontré en la página www.navigare.com, la siguiente información: “Etimológicamente: “enfermedad por movimiento”, no es estrictamente una enfermedad, sino la reacción natural de un Sistema Nervioso Central (SNC) sano, frente a una situación para la cual fisiológicamente los humanos no fuimos diseñados, al estar dentro o sobre objetos en movimiento, (barcos, automóviles o aviones). La causa en realidad, no es sólo el movimiento, sino los conflictos que se producen entre las informaciones contradictorias que recibe dicho SNC de los distintos sistemas perceptivos relacionados con el equilibrio, nuestra posición en el espacio y el movimiento. Estos sistemas normalmente trabajan juntos, en una compleja integración de informaciones que vienen de los órganos vestibulares (en el oído), de los receptores de presión de la piel, de las articulaciones y de los músculos. Cuando la vista no percibe el mismo movimiento que percibe el resto de los sistemas; entonces el SNC reacciona activando el centro de la náusea. La reacción del SNC se presenta usualmente en las primeras horas o días a bordo”.

Para algunos ha sido más rápido el proceso de adaptación, para otros, especialmente los que nos embarcamos por primera vez, nos ha llevado casi una semana adaptarnos al vaivén del buque, pero lo mejor ha sido el apoyo, supervisión y consideración desde el Comandante, Capitán de Navío Darwin Alonso; del Capitán de Fragata Jesús Suárez Segundo Comandante y demás personal que ha estado atento de aquellos que nos hemos demorado un poco más en asimilar la navegación. Siempre nos recuerdan que lo importante es la actitud, no dejarnos decaer, levantarse y comer, así se sientan náuseas. 

En este punto reflexiono de la capacidad del ser humano para adaptarse a los diferentes ambientes y aquellos que no han navegado y consideran que surcar el mar es de las cosas más fáciles del mundo, les advierto que están bastante equivocados, el mar de los poetas no existe… en alta mar no hay lugar donde uno se pueda esconder o cambiar de condiciones y nuestro Mar Caribe es bien conocido por sus grandes olas y escenario “hostil” para los novatos.








Zarpe del #ARC7deAgosto 27 de junio de 2015



Hoy no es día cualquiera, es el primer día de un nuevo rumbo en la vida de las 83 almas que emprenden esta nueva singladura y de los cientos que quedan en tierra a la espera de su regreso.

Uniformes blancos impecables se ven colgados y organizados en los camarotes desde muy temprano en la mañana. Son pocas horas las que restan para el zarpe y la despedida definitiva de los familiares que se aglomeran en el muelle de la Base Naval ARC “Bolívar”, mientras tanto ellos aprovechan para dar las últimas palabras de aliento, apoyo y de sabiduría a los tripulantes del buque. 

Si fuese fácil explicar los sentimientos en su manera más pura y limpia, el mundo sería un mejor lugar, pero la cantidad de emociones que se sienten y perciben en el ambiente de este momento no tienen explicación, en los que cada segundo cuenta para estar más cerca de quienes se aman, de aquellos que no quieren vernos partir y nosotros dejar, de aquellos que nos han acompañado desde siempre…









¡Proa al cumplimiento de la Misión!

Cada nuevo día es un milagro, una oportunidad para iniciar, continuar, finalizar cualquier cosa que decidamos, pero hay días que por su importancia hemos decidido llamar “Día D” y eso era para la tripulación del ARC “7 de Agosto” el  sábado 27 de junio del 2015, fecha en la que zarpó el buque con destino a participar por primera vez para la Armada de Colombia, en las Operaciones Humanitarias Internacionales “Atalanta” y “Ocean Shield”.

Tantos meses de entrenamiento, de alistamiento, de organización, planeación, verificación minuciosa de sistemas, arreglos de último momento, habían llegado a su fin. Todo estaba hecho y las horas eran contadas para los hombres y mujeres de mar que se embarcarían alrededor de cinco meses, en este Patrullero Oceánico construido por Cotecmar y entregado a la Armada Nacional a finales del año 2013.

Desde muy temprano llegaron las familias al muelle de la Base Naval ARC “Bolívar” para la ceremonia de zarpe.  Allí estaban padres, madres, esposas, hijos, suegros, tíos, sobrinos, con una gran cantidad de sentimientos encontrados. Felices al ver escalar a los tripulantes del buque un peldaño más en su vida militar, al obtener este reconocimiento y confianza por parte de la Institución Naval para representarla internacionalmente y tristes al no querer ver su partida por tanto tiempo. El mismo sentimiento inundaba a los tripulantes expectantes de esta nueva aventura y misión.

Cientos de corazones sobre ese muelle se unieron y así se mantendrán hasta finalizar la Operación, elevando plegarias al Todo Poderoso para la protección de esta Unidad. Así mismo, cada uno de los tripulantes rogará al Dios de los Marinos poder cumplir con las labores encomendadas en la misión y retornar al seno de su hogar, victoriosos, como lo merecen!










Y así fue, el buque zarpó y fondeó a la salida de Cartagena para la última inspección antinarcóticos, que le permitió a la unidad el inicio de su viaje sobre las siete de la noche. Pero antes el Comandante de la Unidad se reunió con todos los Oficiales, donde se realizó una presentación de aquellos que durante estos meses se encontrarían en comisión y donde habló de los principales aspectos a tener en cuenta, entre ellos “La disciplina”,  aquella que le permite a cualquier persona  alcanzar cada una de sus metas y que durante este viaje nos permitirá cumplir la misión, teniendo en cuenta los más mínimos detalles, aquella que ante una emergencia en altamar nos permitirá salvar nuestras vidas y la de los demás tripulantes.