Hoy
los colombianos celebramos 205 años de Independencia y esta fecha tan especial
celebrada en la distancia, hace que uno se sienta más Colombiano, que ame esa
tierra en la que el Ser Supremo nos dio la oportunidad de nacer, que ese
juramento que hicimos por defender la bandera se lleve plasmado en el alma, ya
que es por esa Colombia que todos los días nos levantamos a luchar y se busca
abrir nuevos espacios de reconocimiento para mostrar las capacidades de las
Fuerzas Militares y el potencial humano que la compone.
Hoy
en Colombia, cada ciudad, grande o pequeña, se engalanará y recibirá en sus
calles los desfiles militares, de los colegios, de las instituciones civiles y
los habitantes saldrán a acompañarlos, vestidos de patriotismo y con la
esperanza de alcanzar un futuro mejor; los colombianos izaran en sus hogares la
bandera para conmemorar esta fecha; en cada lugar habrá una celebración
especial…Y nosotros a bordo del ARC “7 de Agosto” celebraremos en este pedacito
de Colombia que cruza el Mar Mediterráneo.
Hoy
el alza arriba inició con tres canciones que rinden tributo a nuestra tierra,
“La invitación” de Jorge Celedón, un popurrí de música colombiana y el homenaje
que realizó a nuestro país el cantante Juan Luis Guerra; fue una inyección de
energía vital y necesaria cuando se
completan tres semanas de navegación y cada vez se está más lejos del hogar.
Hasta el desayuno fue especial, una arepa de huevo con butifarra, nada más representativo de nuestro
Caribe.
Pero
hoy no solo celebraremos nuestra independencia, hoy realizaremos el cruce del
Meridiano de Greenwich, conocido también como Meridiano 0, Meridiano base o
primer meridiano, tomado como referencia para medir las longitudes. Según mi
investigación y para explicarlo de una manera sencilla, es una línea imaginaria
que atraviesa los polos y fue adoptado en 1884 con el fin de que existiera un
único meridiano como referencia para reemplazar los múltiples existentes en la
época; este meridiano atraviesa países como: Reino Unido, Francia, España,
Argelia, Malí, Burkina Faso, Ghana y Togo.
La
tradición marinera de realizar un “bautizo” o celebración durante el cruce de
los meridianos y paralelos, surge desde la época de los vikingos.
Posteriormente, los antiguos navegantes hacían esta ceremonia para congraciarse
y hacerse acreedores del cuidado del Rey del Mar “Neptuno,” a quien temían. Hoy
en día, estas tradiciones son de carácter jocoso y aquellos que han cruzado
estas líneas, pasan a formar parte de la corte del Rey Neptuno y los novatos
que cruzan por primera vez, tienen que superar una serie de pruebas para
recibir los beneficios del rey de los mares.
Las
pruebas se realizan ante el cruce de los Meridianos de Greenwich y 180, así
como en el paralelo del Ecuador y en Cabo de Hornos ubicado en la Patagonia, al
sur del continente americano.
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