viernes, 4 de diciembre de 2015

Edición No.9 "La Fortaleza" - 22 de Octubre




Hemos emitido la novena edición de “La Fortaleza” y su editorial dice así:

Querida tripulación! Terminada la participación de la Armada Nacional, representada por el ARC “7 de Agosto”, en las operaciones Atalanta y Ocean Shield, ya nos encontramos navegando las aguas que nos recibieron a Asia y África y ahora nos despiden. Estamos en el bíblico mar Rojo ya muy cerca de llegar a fondeo y esperar el cruce del canal.

En este momento los sentimientos son de felicidad y agradecimiento por la misión cumplida en esta fase, con cero accidentes y el cumplimiento de todas las tareas impuestas a pesar de las regulaciones impuestas y las normales dificultades. Es un trabajo de equipo, de armonía y de sinergia hacia los objetivos trazados. No hay nadie que sobrará en la materialización de esta realidad tan especial para todos y cada uno de nosotros. Hemos hecho parte de la historia nacional; lo hecho fue un hito que en la posterioridad se recordará. Felicidades equipo!

Amigos, los que siempre han trabajado de manera responsable, honrada, noble, sin esperar más recompensa que la propia satisfacción personal; los que no necesitan mayor estimulo, que el que nos da la vida como justa recompensada al esfuerzo y sacrificio abnegado y sincero; los que buscan sin cesar la paz interior, que tienen una autoestima elevada, que esperan gozar de salud, del amor de los nuestros y ganarse respeto y orgullo, a todos ellos, sepan que su recompensa les es dada a diario con la dicha de la vida, y sin embargo vendrá más.

Pero independientemente de esa lógica justicia de la vida, de mi reciban mi más profundo saludo de agradecimiento, mi irrestricta decisión de servirles siempre; cuentan con una persona incondicional a lo que en algo les pueda ser útil. Ya les he expresado mi júbilo y ese sentimiento es lo más importante.

Aquí todos los 86 del buque son participes de este hecho; eso incluye con sobrados méritos a nuestro equipo español, de Gcomes, de Aeronaval, de Guardacostas, del Cofen, de Sanidad, de las otras Fuerzas, a la Asjurop, los TN en comisión, de Jina, a los IMP de la Camof y por supuesto a los Orcas. Aunque después de este experiencia los 86 somos Orcas por siempre!!!

Ahora estamos haciendo talleres y releyendo nuestros principios y valores; buscando una perspectiva diferente de nuestro vinculo como Unidad; reflexionando y sacando una lección de vida.

Aprovecho esta oportunidad para hablarles de mi labor como Comandante: Recuerden el Comandante no impone, sanciona, castiga, se desquita, ni desea el más mínimo daño a su tripulación. Lo que lo alumbra es el deseo de verlos ser cada segundo, minuto, hora y día mejores seres humanos, padres, hermanos, hijos; verlos ser felices y que sean mejor que él. No es el más sabio, ni el mejor, ni siquiera el más fuerte o valiente, es solo el comandante; es decir un cargo de responsabilidad y la más bella de todas: la de hacer a su tripulación la mejor de todas; no solo la mejor profesionalmente hablando, sino la mejor de corazón.

Si lo he logrado o no, solo sus fueros interiores lo dirán en el futuro; pero lo que si les puedo asegurar es que ese es y seguirá siendo mi principal desvelo, aún el día que salga relevado por este portalón, estará en mi corazón mi deseo por verlos ser los mejores, pero sobre todo los más felices.

Pero amigos, ser felices no significa una vida llena de placeres, sin exigencias, llena de contemplaciones, de diarias adulaciones, de privilegios… nada más alejada de la verdadera felicidad. Ser feliz implica ser fuerte de espíritu, ser consciente que no tenemos que tenerlo todo, pero si disfrutar lo que se tiene y dar gracias por ello.

Que no es no trabajar o trabajar poco, sino trabajar con amor, porque es el trabajo una de las mejores formas de alabar a Dios; cuando el hombre trabaja, Dios lo respeta y lo ama.

Que todos los días es una nueva oportunidad de darlo todo, de sudar con cariño creyendo en nuestra visión y misión como Armada. Que mientras tengamos fuerzas, mientras tengamos salud, mientras seamos necesarios, mientras tengamos fe y amor al prójimo, ningún esfuerzo es mucho para nosotros. Somos el resultado de nuestros hábitos y de nuestros actos, por eso fomentar los buenos hábitos y hacer buenos actos es la misión de quienes nos quieren. Lamentablemente a veces lo comprendemos tarde y hasta renegamos de ellos. Ellos fueron nuestros padres, tutores, profesores, en fin los que querían lo mejor para nosotros.

A bordo el comandante es todos ellos en una; y nadie dijo que tenía que ser perfecto para querer lo mejor para los suyos; solo el cariño profundo y eterno hacia su “hijos” lo anima a no necesariamente ser popular, pero si justo y protegerlos de sus propias debilidades y de las que de afuera los quieran afectar. Defenderlos como un tigre de cualquier cosa! No hay más preocupación, no hay mayor desvelo, no hay más fin, en un verdadero guía.

Por eso ningún cansancio y ninguna luz o falsa adulación, lo puede desviar de su deber sagrado: el bien colectivo y particular de cada uno de los suyos. Al final verlos realizados, es un premio más que suficiente para ese privilegiado ser al que llaman el “Comandante”.

¡No me des el pescado, enséñame a pescar!

¡Si en verdad me quieres, no me lo hagas fácil; solo muéstrame como ser fuerte!

¡La Voluntad es la herramienta con que se te ha dotado para jamás desfallecer!

¡Eres tan grande como el tamaño de retos que vences!

¡Dios los guarde siempre junto con sus seres amados y no los deje desfallecer en el duro, pero seguro y hermoso camino de lo correcto! Vamos adelante, vale la pena, el cielo no es límite…

Capitán de Navío Darwin Alberto Alonso Torres




En esta edición incluimos un artículo escrito por el Señor Capitán de Corbeta Juan Pablo Clavijo:


¡UN ESCUDO…NUESTRA IDENTIDAD!


A través de la historia, la humanidad siempre ha tratado de identificarse y diferenciarse, ya sea por su color de piel, su sexo, el color de su pelo o hasta lo más sencillo, siempre tenemos y llevamos con nosotros algo que nos hace únicos, que nos genera una “identidad”.

Por supuesto esta identidad se extiende a muchas de las cosas que se ven en la cotidianidad, una marca de carro; la empresa donde se labora y por qué no un buque, nuestro buque, así fue como nació esta iniciativa. 

Algún día del mes de enero del 2015, observando una de las tantas informaciones que llegaban a Colombia sobre el desarrollo del Programa Antártico Colombiano y donde nuestro buque hermano el ARC “20 de Julio” surcaba imponente las heladas aguas de los confines del mundo, note con admiración el emblema de esta Operación. En ese momento, supe que no podíamos ser la excepción y que dada la importancia de las operaciones en las que participaríamos y la connotación como país y como Armada Nacional, debíamos marcar un hito en la historia, empezando con detalles tan pequeños como un escudo.

Nuestro escudo de la Operación “Atalanta” al igual que todo ser humano cuando nace,  fue concebido en mi mente, se maduró en cada uno de los integrantes de esta poderosa “Fortaleza” y se materializó con el aporte de los diseñadores de GS Pardo y de su Gerente Luis Fernando Pardo, quien aporto su granito de arena para esta histórica causa.

En el escudo quería plasmar obviamente nuestros colores simbólicos, el amarillo, azul y rojo; la silueta de nuestro imponente buque, el número de casco, las olas, el mar, la silueta de nuestro hermoso país… en fin, quedaría corto al mencionar todo lo que queríamos mostrar en los mares que surcaríamos y los puertos a los que arribaríamos.

Luego surgió el interrogante, en qué o sobre qué se mostraría ese escudo, en dónde y ante quién debíamos mostrar esta identidad característica. Se harían gorras, camisetas, llaveros y monedas, en fin, queríamos ser los protagonistas de este hito en la historia y debíamos hacerlo de la mejor forma.

Así fue como pasamos de reunión en reunión, haciendo sondeos, encuestas; incorporando la silueta del buque de frente, de perfil, de forma plana y tridimensional. Que debía salir África, o mejor Somalia, o Colombia o los tres y en ocasiones ninguno.

El tedio y la incertidumbre gravito en ocasiones queriendo quebrantar este sueño, la indecisión estaba a la orden del día y el tiempo cual verdugo se acortaba cada vez más, es obvio, como seres humanos es difícil lograr satisfacer los gustos de todos. A pesar de todas las vicisitudes e indecisiones y muy para mi sorpresa, fue Fernando quien mantuvo viva esa llama y persistió en llegar al final.

Hoy por hoy me siento orgulloso y creo que el sentimiento es mutuo por parte de esta tripulación, ahora nuestras gorras y nuestras prendas son celadas y apetecidas como objeto de cambio o venta ante los visitantes que pisan estas cubiertas. También reposa al lado de escudos de buques americanos, españoles y alemanes en algún bar restaurante en Chania – Grecia. Este escudo, nuestra identidad, hace parte importante en esta operación y es visible ante los ojos de países como España, Grecia y por supuesto en nuestra querida Colombia en donde solo pudieron ver fugazmente esta estrella, esperanzados en vislumbrarla mejor a nuestro regreso.

Ahora la Institución en nuestro amado país está haciendo crecer esta suave brisa marina en un violento huracán, nuestra campaña y nuestro propósito en la Operación “Atalanta” y “Ocean Shield” ya suena en los medios de comunicación, en las redes sociales y en las bocas de nuestros compatriotas, que mejor forma de hacer historia con esta punta de lanza, el escudo del ARC “7 de Agosto” y su participación en estas operaciones de contribución a la seguridad marítima internacional en el Océano Índico.







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